lunes, 31 de marzo de 2014



Francisco José Martínez López
Catedrático de la Universidad de Huelva
Miembro del Consejo Asesor de Steelmood


Uno de los efectos más importantes de los cambios que se vienen produciendo en el mundo empresarial actual es la aceleración que van teniendo los diferentes acontecimientos a los que la empresa debe hacer frente.
Hace sólo unas décadas las empresas podían confiar en sus previsiones a medio y largo plazo para planificar su actividad, pues el mercado y los cambios tecnológicos eran relativamente estables. Tan sólo con los presupuestos se podía hacer una previsión de los que acontecería en el futuro en la empresa.

Posteriormente, desde hace dos décadas, irrumpió en la empresa la dirección estratégica, que dotó a las organizaciones de nuevas herramientas para irse adaptando al futuro, fundamentalmente los Planes Estratégicos, que con una visión a corto y medio plazo podían poner a la empresa en el camino adecuado para las transformaciones de su actividad.

En cambio hoy, la flexibilidad y la adaptación al medio son algunas de las cualidades que tienen que atesorar las empresas que quieran sobrevivir en una vorágine de cambios constantes, sobre todo las que dependen de procesos en los que las tecnologías, sobre todo las de la información y las comunicaciones, conforman el núcleo de su actividad.
Las empresas pueden planificar a corto plazo con sus presupuestos (a 1 año), a medio plazo con sus Planes Estratégicos (de 2 a 5), pero a largo plazo no suelen plantearse medidas que le muestren el rumbo adecuado.
Además la aceleración de los procesos organizativos y tecnológicos hace que lo que antes era corto plazo ahora sea muy corto y el medio sea corto plazo. Por ello, es tan importante que las organizaciones actuales se planteen analizar su posicionamiento en entornos temporales de largo plazo (5 y 10 años) y a muy largo plazo (de 10 a 25 años).

Para llevar a cabo esta nueva forma de entender la gestión empresarial, que es un estadio siguiente a la Dirección Estratégica, contamos con la Prospectiva.

Una ciencia que nos permite, mediante herramientas ya muy consolidadas, definir cuáles serán los escenarios a los que se tendrán que adaptar las empresas en horizontes de 5 a 10 años y de 10 a 25. Los de mayor distancia temporal (más de 25 años) pueden ser interesantes a nivel social o político, pero aún no empresarial.

Por ello, en la prospectiva empresarial, vienen surgiendo nuevas tendencias y herramientas que puede alumbrar a la planificación de las empresas en un futuro próximo. 

Hasta ahora, la intuición de los directivos y algunos informes genéricos podían servir para dirigir a la nave empresarial en el rumbo adecuado. Ahora, con un entorno mucho más cambiante hay que completar esa intuición directiva con información adecuada que muestre un mayor número de variables y un análisis especializado para cada empresa que establezca líneas tendenciales que permitan a la empresa agarrarse a los nuevos escenarios.

Steelmood es de las primeras empresas que ha vislumbrado la importancia de la prospectiva empresarial, sobre todo la vinculada a la innovación, lo que hace que pueda ayudar en la tarea de orientar a las grandes corporaciones en su organización y preparación para los cambios que seguro les deparará el futuro próximo.

Para ello, Steelmood, junto a un conjunto de profesores universitarios y varios Grupos de Investigación, ha creado una nueva metodología de prospectiva empresarial, denominada PROSINNOVATIVA, diseñada para que se pueden realizar análisis de prospectiva en horizontes de 10 años para grandes corporaciones empresariales.







2 comentarios:

  1. Muy interesante el artículo. Felicidades.

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  2. Aunque siempre delicadas las simplificaciones, ¿podríamos decir que el Big Data esta para la microeconomía como la Prospectiva esta para la macroeconomía?

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