miércoles, 5 de marzo de 2014


Fernando Ruíz-Falcó
Co-Founder & Partner en Steelmood

El pasado lunes tuve el placer de impartir el primer Taller de Información e  Innovación de Steelmood (TI2) en La Salle en el ámbito del Foro Colón. El tema era “Como Gestionar las expectativas de los clientes: Kano”.
Comenzamos por pedir a los participantes que expresaran sus propias expectativas para la sesión . Siempre es bueno trabajar sobre una experiencia vivencial reciente.
Después hablamos de la puerta del Obradoiro y del Gato de Shroedinger para concluir que en el Universo Cuántico en el que vivimos, si no hay observador, no hay realidad.

Trasladado a la calidad, este principio proporciona un argumento radical a favor del enfoque subjetivo. El reto es encontrar un modelo sencillo para medir y tratar algo tan volátil e irracional, como es una expectativa.
Noriaki Kano desarrolló en los años ochenta modelos de calidad subjetiva para la industria del automóvil japonesa, muy alineados con las ideas de Deming.


En esencia, el modelo de Kano permite a los fabricantes ajustar la bondad de un atributo del producto a la importancia para el cliente del atributo en cuestión. Entregar más calidad en un atributo es un desperdicio (sobrecoste) y entregar menos, una oportunidad de mejora (cliente insatisfecho). En Steelmood utilizamos varias versiones adaptadas para la prestación de servicios profesionales en el siglo XXI.

El primer ejemplo es el EAP, en él, ayudamos al cliente a expresar sus propias expectativas respecto a un proyecto o servicio, es decir, a definir sus parámetros de calidad. La pregunta debe realizarse abierta para obligar al cliente a realizar un proceso de introspección sobre qué es lo realmente importante para él.  Podemos utilizar ejemplos de otros casos como fuente de inspiración, pero no imponer unos parámetros determinados, pues éstos son únicos en cada caso. La segunda parte del proceso, la puntuación obtenida para cada parámetro, retroalimenta el sistema y asegura el compromiso (si obtenemos menos de 7, devolvemos el 20% de lo facturado).
El segundo ejemplo es el de Análisis de Expectativas Profesionales que realizamos en las primeras etapas de los proyectos de organización. En este modelo preguntamos por una lista cerrada de expectativas construida a la medida de cada caso.  Para cada una, preguntamos por importancia y satisfacción. El equilibrio está en la diagonal y las oportunidades de mejora en los cuadrantes cruzados.
El tercer ejemplo, es el Análisis KANO previo al realineamiento de un Servicio. En este modelo valoramos la importancia y satisfacción para los Stakeholders de cada una de las actividades que realizamos para entregar el servicio en cuestión. La lógica del análisis es análoga al caso anterior. A veces es relevante incorporar el tiempo que consumimos en cada tarea.
Discutimos estos ejemplos utilizando casos reales.  Como varios participantes en el Taller vivieron los casos, enriquecieron el debate del grupo con anécdotas y comentarios. Una vez comprendido el modelo, es necesario ponerlo en marcha, vivirlo para poder comenzar a utilizarlo.
Para ello, usaremos nuestro propio ejemplo cuando expresábamos nuestras expectativas al principio del Talle. ¿Cómo fue el proceso mental? ¿Dónde estaba antes la expectativa? ¿Nació blanda? ¿Tardó en solidificar? ¿Por qué maticé alguna y otras las acepté tal cual?
Tras unos breves momentos de introspección grupal, vamos viendo luz y llegando a conclusiones para poder empezar a utilizar estas herramientas desde este momento.


8 comentarios:

  1. Muy interesante la aplicación de esta metodología de gestión de expectativas al mundo real de la consultoría con el EAP , totalmente diferencial

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  2. Un metodo muy util, no sólo porque te permite conocer directamente las expectativas que tiene del proyecto el cliente y su priorización, que aunque parezca de cajón a veces se desconocen, sino que al valorarlas con el EAP te permite focalizar esfuerzos en donde sea necesario.

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  3. Felicidades, muy interesante el artículo. Me acuerdo que en el taller surgió la polémica en la cuestión de si el cliente puede cambiar constantemente sus expectativas a lo largo de un proyecto o servicio.... Y efectivamente puede! Y lo hace!!! Por eso es necesario realizar el anális KANO cada cierto tiempo e irnos alineando con sus necesidades. Por ejemplo, en algunos de los proyectos en los que participamos, hicimos mediciones cada varios meses, y el cliente se mostró tan interesado, que acabó utilizando como herramienta interna de indicador de nivel de desempeño de tareas dentro de su propio equipo.

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  4. Pude asistir al taller y me resultó muy interesante. Las técnicas más útiles suelen ser sencillas, como ésta, que sistematiza un poco de lógica y sentido común. Puede tener muchas aplicaciones, pero el simple ejercicio introspectivo de comparar la importancia de nuestras actividades diarias con el tiempo que les dedicamos es muy revelador. Si además conseguimos hacerlo con nuestros clientes podemos conseguir grandes resultados.

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  5. Creo que algo importante, tanto en el EAP como en la gestión de expectativas es que no solo es una herramienta de retroalimentación a posteriori (encuesta de satisfacción, evaluación de resultados, etc.) sino es una estrategia de PLANEACIÓN y GUIA, para poder diseñar un proyecto, ajustarlo y llevar a cabo las acciones que más valor aportan al cliente.

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  6. Fernando, excelente artículo. La aplicación de este tipo de metodologías para gestionar las expectativas de los CLIENTES, es algo diferencial, utilizado por muy pocas compañías y sin duda es "infinitas" veces mejor que no hacer nada.
    No obstante, los cambios continuos en las organizaciones de los Clientes, pueden afectar a la percepción del cumplimiento de las expectativas, o la definición de las propias expectativas. Solución: conocer, conocer y conocer a nuestros Clientes, de tal manera que podamos "anticiparnos" a los efectos que dicho cambios organizativos puedan tener en el desempeño de nuestros proyectos. Debemos establecer una Comunicación de Máxima Calidad con los Clientes en la ejecución de los respectivos proyectos..

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  7. En desarrollo de software existen métricas cuantitativas que miden objetivamente la calidad del software que construimos, sin embargo es muy importante garantizar también la calidad subjetiva para cada uno de los proyectos que realizamos, y el proceso EAP es un proceso efectivo, que nos ayuda a conocer desde el inicio del proyecto, cuáles son los criterios de calidad que esperan nuestros clientes y de esta manera definir las estrategias adecuadas para cumplir con lo que espera el cliente.

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  8. El EAP es, más allá de una manera de evaluar el trabajo que se realiza en un proyecto, una poderosa herramienta de comunicación. No hay nada peor que empezar a jugar al parchís sin haber decidido antes cuántas fichas avanzas si te comes la de otro contrincante... porque nos vamos a pasar todo el juego defendiendo que son 15, 20 o 25 casillas las que avanzas. Con el EAP se expone, en voz alta, qué es lo que realmente importa. De este modo alineamos el trabajo con lo que es espera de nosotros. Aunque, como bien dice Antonio Esteban Langa... el cliente puede cambiar sus expectativas. Hay que estar atento, para no trabajar horas infinitas en balde y luego tener que empezar tomando otro camino.

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