miércoles, 5 de febrero de 2014




Alfonso Royo
Co-founder & Partner en Steelmood

Si partimos de la realidad de que vivimos en un mundo en cambio permanente y nos paramos a reflexionar en que “cuando se produce un cambio muy marcada en algo estamos en crisis” (diccionario de uso del español de María Moliner) la conclusión es que vivimos en un mundo en crisis permanente.

En esta situación, de crisis, de cambios continuos, de caos, las personas se llenan de incertidumbres y buscan líderes fuertes capaces de disminuir dichas incertidumbres.

Los autores suecos Jonas Ridderstrale y Kjell Nordström en su libro funky business El talento mueve el capital ya decían en el año 2000 que si todo está en proceso de cambio el único elemento estable es la persona.

Si colocamos a la persona en el centro, que es donde siempre debería  estar, nos podemos plantear  muchas preguntas sobre el liderazgo (no sobre la gestión)  en tiempos de caos: ¿Han cambiado las compañías como consecuencia de vivir en un caos? ¿Han cambiado las personas y las motivaciones que les mueven? ¿Cómo  liderar a las personas  en esta situación que se adivina permanente? ¿Se puede seguir con los esquemas de siempre o hay que romper con el pasado también a la hora de liderar? ¿Tienen cabida la amenaza, la falta de respeto por las personas, la búsqueda de resultados como objetivo único a lo que se supedita todo lo demás?

Es en este tipo de situaciones cuando los líderes se distinguen y muestran quienes son en realidad sacando lo mejor (o lo peor) que llevan dentro.Deben estar dispuestos a resolver las dificultades pequeñas como escuela  para resolver las grandes, deben arriesgarse ya que todas las decisiones difíciles lo exigen, e independientemente de cómo se pongan las cosas los líderes verdaderos deben seguir liderando no dándose por vencidos; sobre todo porque hacer lo correcto no siempre es fácil pero siempre es necesario si el líder quiere ser eficiente e íntegro a la vez.

Fijémonos en  las enseñanzas de la naturaleza para aprender a sobrevivir en tiempos turbulentos.Las especies que sobreviven  a largo plazo son aquellas capaces de adaptarse a los cambios de las condiciones del medio ambiente, un ejemplo son las hormigas.Las hormigas existen desde hace más de 250 Millones de años sin haber cambiado prácticamente en nada  ¿por qué? porque hacen bien las cosas esenciales.

Tienen  una estructura organizativa no compleja; hoy las grandes organizaciones queriendo simplificar y aplanar han creado las complejas y muchas veces ineficientes organizaciones matriciales.

Desarrollan un liderazgo individual (autoliderazgo); hoy sigue habiendo compañías que penalizan la iniciativa que se sale de las reglas establecidas limitando de esta forma el crecimiento profesional  y empobreciendo las organizaciones.

Tienen personal muy formado y motivado; las compañías gastan mucho dinero en formación pero habría que preguntarse ¿con qué eficiencia? Respecto a la motivación no depende en la mayoría de los casos de un tipo de organización u otra sino de las personas que lideran esas organizaciones.

Su estrategia es  eficaz para cubrir sus necesidades físicas; cuando una compañía plantea una estrategia innovadora, adelantada a su tiempo y es capaz de llevarla a la práctica, el mercado se lo reconoce.

Son maestras de la programación y la ejecución. Una gran estrategia sin una perfecta ejecución suele llevar al desastre.

Cualquier organización puede por tanto hacer lo mismo:
  • Mejorando los programas de formación
  • Motivando a las personas
  • Estableciendo canales claros de comunicación
  • Definiendo una estrategia clara
  • Fomentando la ejecución rápida
Pero las organizaciones las hacen las personas y ante una situación de crisis el fracaso viene de infravalorar la aportación del poder del liderazgo y de que el plan (planificación como solución) se convierta en un pobre sucedáneo del auténtico liderazgo, del que vamos a describir a continuación sus principales características.

El líder no puede esperar, debe actuar con un instinto de urgencia y una actitud proactiva adelantándose a los acontecimientos, respondiendo  a la velocidad de los cambios (que serán continuos y  vendrán cada vez más rápidos) y tomando decisiones en situación de cambio permanente.

Debe hacerlo sabiéndose rodear de los mejores, los más preparados y los más competentes, siendo íntegro (viviendo la verdad) defendiendo valores compartidos (sinceridad, competencia, coherencia, compromiso) como representante de la voluntad del equipo para que actuando en base a esos valores genere confianza hasta alcanzar unos estándares de conducta que hagan que el líder se convierta en un ejemplo para su equipo.

En situaciones de crisis más que en cualquier otro momento es cuando esa actitud de liderazgo íntegro es capaz de aunar voluntades consiguiendo equipos, cohesionados, ilusionados  y motivados a pesar de sufrir los impactos de la crisis (reestructuraciones generales o despidos puntuales).

El líder debe ver  las posibilidades futuras, tener visión, pero visión orientada. Debe ser como dice Stephen Covey  “capaz  de trepar  al árbol más alto supervisar  toda  la situación y gritar ¡Selva equivocada!”
Será un inspirador empujando a su equipo  a  la colaboración, la implicación y el apoyo activo creando grupos de profesionales con liderazgo propio.

La comunicación debe ser  un elemento básico utilizando con rigor el qué comunicar, a quien y cuando. Tan equivocado es no comunicar como hacerlo en demasía y a destiempo.

 Confiará más en los otros  para compartir responsabilidades trasladando la toma de decisiones a niveles inferiores en una autentica delegación.

 Será más humanista y transformador motivando a todos al cambio.

 Será más creativo y justo huyendo del “como sea” para conseguir los objetivos.

Debe ser en resumen  un auténtico Líder Ético que siembre de líderes su organización.

No sé si todos estos puntos que hemos detallado como fundamentales para un liderazgo en tiempos de crisis son un sueño, una realidad o un juego de la imaginación pero como decía Albert Einstein “en tiempos de crisis la imaginación es más importante que el conocimiento”.

Probablemente sea bueno reflexionar con la imaginación y no solo con el conocimiento para conseguir que las compañías descubran en su interior a los nuevos líderes que llenan nuestras compañías a todos los niveles y al mismo tiempo a los falsos líderes destroza-talentos que desgraciadamente dañan de manera dramática a muchas organizaciones.

 A los primeros para potenciarlos ya que serán los líderes del futuro a los segundos para erradicarlos ya que no deben tener cabida en las organizaciones ya no del futuro sino tampoco del presente.  

3 comentarios:

  1. En mi opinión, la iniciativa personal que conduce al liderazgo está relacionada con la mentalidad de empresa.
    Existen sitios donde se premia al trabajador por tomar decisiones propias, y otros sitios donde hay que andar con pies de plomo con cualquier comportamiento que esté fuera del protocolo normal.

    Así, por ejemplo conozco el caso de una famosa cadena de hoteles en Estados Unidos, donde un empleado fue premiado y promocionado por tener la idea de doblar las toallas de una forma diferente (pero muy vistosa) a cómo se hacía con anterioridad.

    Y sin embargo en países como Italia es norma común que un trabajador no hable directamente a un jefe de alta posición, sino que lo haga siempre a través de su responsable. Imaginaros que trabajáis en un departamento de ventas como simples empleados, y de repente sabéis que el jefe de la empresa quiere reunirse con vosotros y vuestros responsables para conocer opiniones.... Bueno, pues en Italia deberías decir primero a vuestros responsables lo que pretendéis decir al presidente, para que sean ellos quien lo hagan. De lo contrario parecerá que os habéis saltado la jeraquia dejando en evidencia a un jefe intermedio.

    Este ejemplo sirve para explicar cómo la política de empresa puede fomentar en unos casos la creatividad, la iniciativa y el liderazgo, y otros casos la empresa (y cultura del páis) limitan cualquier iniciativa fuera de la norma.

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  2. Alfonso...enhorabuena! Comparto tus reflexiones. El problema es que es frecuente que las organizaciones "globales" pongan al frente de p.ej. sus filiales a "mensajeros bien pagados" que no defienden el bienestar y avance de sus equipos (y familias), sino que se limitan a ejecutar ordenes. Un autentico líder antepone la "obra" común al egoísmo personal y potencia la generación de liderazgos. Los líderes auténticos son incómodos para los "poderosos", pues no sirven a causas que van contra sus principios y valores. Y no se puede ser un líder sin ese equipaje. El problema es que los poderosos ponen y quitan anteponiendo sus intereses (egoístas) " como sea",..y es así como surgen Zapateros que no entienden ni de zapatos, ni de ponerse en los zapatos de quienes necesitan fe auténticos líderes para "crecer" y contribuir al éxito y crecimiento del conjunto.
    Sin una buena dosis de bondad se puede ser "listo", pero nunca inteligente (Julián Marcas)..y un líder autentico tiene que ser inteligente, también emocionalmente y vivir por y para el éxito y bienestar de los demás.

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