Lucio López
Division Manager Steelmood México
Quise titular este artículo con
una frase de Ramón Gómez de la Serna. Es cierto. Cuando alguien nos dice algo y
nos gusta, nos choca o nos sorprende , lo odiamos, nos burlamos o lo admiramos,
estamos poniendo en marcha nuestras emociones e interactuando.
Si nos aburrimos, solo hay sopor.
Imagina una sala de reuniones,
el expositor está leyendo una diapositiva. La información es muy útil, muy
precisa, el tema es vital para tu trabajo. Pero la voz… la voz monótona
ennumerando cifras comienza a adormecerte. Sientes el calor de la sala.
Pestañeas y la presentación ya va 3 láminas adelantada. Ves el índice, van en
la diapósitiva 14 de 94… ¿Te ha pasado?
Ahora recuerda una conferencia,
clase, plática, presentación de negocios que te haya tenido “al filo de la
butaca”. El tiempo voló, te quedaste con uno o dos mensajes muy claros y aún
hoy, varios años después te acuerdas de la misma. Casi podría asegurar que la
dinámica fue distinta; no hubo lectura de transparencias, hubo mucha
interacción con el expositor, hubo diferentes medios (dibujó algo en la
pizarra, mostró videos, les pidió realizar una acción física…)
Me gustaría relatar tres
ejemplos de la vida real para demostrar que es posible exponer un tema de forma
que los asistentes no se duerman y que no implican que uno se vuelva un payaso
del metro.
“Levántense y digan Yabadabadu”: Un
congreso internacional de Project Management. Se han presentado multitud de
conferencias, unas más aburridas que otras (la verdad, hoy recuerdo pocas). El
conferenciante hace tres o cuatro movimientos clave que hace que su conferencia
no se olvide: pide a los nuevos PMP que se pongan de pie y todos les damos un
aplauso (ellos no lo olvidarán nunca); Nos hace levantarnos a todos y gritar
Yabadabadu como Pedro Picapiedra. (Al principio todos somos tímidos, de repente
nos soltamos). Un video que arranca lágrimas. Gran conferencia.
“Usemos la tecnología”: En esta ocasión soy yo quien
dicta la conferencia sobre un tema que puede ser bastante árido
(Parametrización de una PMO corporativa). Para evaluar las expectativas de la
audiencia, configuré una encuesta en línea que recopila lo que los usuarios
publican en twitter. Los resultados se van mostrando en vivo en la pantalla
(Pruebenlo: www.polleverywhere.com) . Es increible ver a la
audiencia twitteando sus opiniones e interactuando. Tres años después, muchos
asistentes siguen recordándome esa experiencia.
“Un poco de juego de rol”: Incluso de la manera más
sencilla se puede romper la monotonía de las presentaciones. En un kickoff,
después de muchísimas presentaciones algo pesadas, nos tocó presentar
Steelmood. El presidente de la compañía comienza a explicar la presentación que
traíamos preparada. Según previa planeación, Lucio el impertinente, lo
interrumpe continuamente pidiendo más detalle o destacando temas clave. Un poco
de actuación de ambas partes y todo el mundo despertó para ver el drama
empresarial y, en el camino, se enteraron de qué era Steelmood.
Adicionalmente a la forma de
emitir el mensaje, también hay que hacer un esfuerzo en los medios. Un ejemplo
es el “A3” que usamos en Steelmood
para presentar la lógica de actividades de algunos proyectos complejos. En un
papel grande (normalmente A3, por si no lo habían adivinado) se muestra con
dibujos todo el proyecto. Esto evita pasar por múltiples diapositivas o por
documentos de word enormes.
En mi opinión a veces
confundimos ser “serios” con ser “aburridos”. Esto se vuelve sumamente
peligroso cuando visitamos a algún cliente para contarle lo que hacemos,
quienes somos, cómo le podemos ayudar. Nuestro mayor miedo no debería ser decir
algo que le moleste, o estar en desacuerdo con lo que dice o hace. Ni siquiera
deberíamos tener miedo a decirle (con
tacto, eso sí) que no es una persona brillante. Pero… ¡Ay de aquellos que lo
logran aburrir! El cliente los va a evitar como la peste.
No es en vano que uno de los
valores de Steelmood como compañía sea “FUN”.
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