Los
vertiginosos cambios que se producen en nuestro entorno pueden desestabilizar
la confianza y al motivación de los trabajadores. Los líderes deben abrirles
los ojos a la nueva realidad.
El adagio budista que abre este artículo refleja
perfectamente la actual situación de una sociedad en continuo cambio; la transformación
se produce con tal rapidez que incluso en ocasiones nos parece que no vamos a
ser capaces de absorber todos los cambios que invaden nuestras vidas a velocidad de vértigo.
Lo que está sucediendo hoy en día en nuestra
sociedad no es sólo un conjunto de cambios más o menos importantes sino un continuo cambio de paradigmas. Llegar a
entender ese concepto es la única manera de enfocar el liderazgo y acometer con
éxito cualquier proceso de cambio empresarial.
Antes de entrar de lleno a profundizar este concepto
vamos a explicar primero el significado de un Cambio de Paradigma con un
ilustrador ejemplo, Suiza dominó
al mundo en la fabricación de relojes. En 1968, tenía el 65% del mercado
mundial de relojes y más del 80% de los ingresos totales de esa industria. En
una feria mundial de relojería en 1968 alguien, un maestro relojero, presento un reloj sin agujas, totalmente
electrónico, un reloj de cuarzo funcionando con baterías.
El rechazo de la industria suiza al nuevo reloj fue
total. Seiko, creyó en el nuevo paradigma y compró la patente. Lo demás ya forma
parte de la historia. Y ¿Saben ustedes
quién fue ese alguien que inventó este diseño revolucionario? Un relojero suizo.
No tenían rodamientos, no usaban engranajes ni se
les tenía que dar cuerda, por lo tanto no podía ser el futuro de los relojes. Diez
años más tarde, la participación helvética en el mercado había caído por debajo
de un 10% y en los tres años siguientes tuvieron que despedir a 50.000 de las
65.000 personas que trabajaban en el sector.
Los cambios en la empresa aparecen como consecuencia
de múltiples cambios de paradigmas: la globalización, la crisis económica mundial, las crisis
sectoriales, la aparición de nuevas tecnologías
que dejan obsoletas a otras prácticamente nuevas, las fusiones empresariales (pensemos en la
situación del sector financiero, la reorganización de las cajas de ahorro en nuestro país), las adquisiciones de
compañías para alcanzar un volumen competitivo en un mercado global, las transformaciones
culturales, o a menor escala cualquier nuevo proyecto puesto en marcha en una
compañía, todo ello genera en las
empresas importantes cambios de
referencia y cuando cambian las
referencias todo cambia absolutamente, incluida la visión que tenemos de la
realidad.
Por todas estas
circunstancias no nos valen las antiguas llaves para abrir la puerta a una nueva
realidad. Son los líderes los que deben suministrar las nuevas llaves.

De hecho el problema más grave en cualquier proceso de cambio es, valga
la redundancia, cambiar el comportamiento de los individuos.
En situaciones de ambiente velozmente cambiante y competitivo
como el de nuestro siglo es cuando se exige mayor liderazgo que nunca.
Los líderes necesitan hablar menos y escuchar más, confiar y depender de otros más que nunca y para ello deberán:
- Concentrarse en la Información, no en la opinión, distribuyendo y compartiendo la información necesaria de forma permanente y a tiempo.
- Utilizar la Comunicación abierta y total (tanto en vertical como en horizontal en las organizaciones) como una de las bases de su actuación.
- Comunicar los objetivos que se persiguen y su ¿por qué?
- Marcar las prioridades dentro de los objetivos marcados.
- Rodearse de los mejores profesionales cuyos valores estén alineados con los de la compañía.
- Alentar el compromiso con el cambio.
- Trabajar con humildad reconociendo que no todo es claro en el proceso.
- Ser generosos en su relación con las personas de su organización.
- Inspirarles a los profesionales para sacar de todos ellos más de lo que creen que pueden dar.
Confianza que se ha convertido en palabra clave en el liderazgo moderno y mucho más en
situaciones de cambio.
Yo me preguntaría
¿Cuántos directivos españoles tiene la confianza entre los conceptos clave de su estilo de liderazgo?...pero
esa es ya otra cuestión.
Realmente si los lideres pusieran en practica hablar menos y escuchar más, concentrarse en la Información, no en la opinión, utilizar la Comunicación abierta y total .... y todos los puntos que se describen en este articulo. Las organizaciones trabajarían de una manera mas constante sabiendo cual es objetivo real en cada momento asumiéndolo y comprometiéndose con el equipo. Pero realmente la cuestión seria: ¿POR QUE NO OCURRE ESTO?
ResponderEliminarBuen artículo, claro y directo. Recomiendo también el libro de Peter Senge La Danza del cambio, donde explica con ejemplos de empresas reales todos los posibles obstáculos encontrados en el proceso de transformación. Realmente interesante descubrir que la parte más dificil de cambio no está tanto en iniciarlo, sino en hacer que la transformación sea efectiva y perdure.
ResponderEliminarBuen artículo.
ResponderEliminarCreo que en España, por lo menos, todavía tenemos mucho de esa cultura de "ordeno y mando" y ¿para qué escuchar si ya lo sé todo?. Es cierto, sobre todo en las grandes empresas, hay proyectos que no salen bien, porque los principales interesados no esponsorizan como deben el proyecto y no sólo no escuchan, sino que ni siquiera hablan (sobre todo cuando tienen que decir a veces que "no")....y no voy a dar ejemplos...por lo menos, por escrito.